La educación del futuro: equilibrio entre realidad y ficción

Profesores, alumnos, dirigentes y autoridades educativas, personal de los centros escolares y padres, todos nos enfrentamos cada día a la extraordinaria situación de continuo proceso de enseñanza-aprendizaje en que vivimos. ¿Cómo nos imaginamos la educación dentro de 20 o 30 años, teniendo en cuenta la fuerza y las enseñanzas del presente?

La mayoría de las predicciones sobre cómo evolucionaría la educación han sido sustituidas, modificadas o aceleradas por la exigencia de utilizar más tecnología durante la cuarentena. ¿Podría ser éste el equivalente educativo de la Revolución Industrial, que tuvo lugar hace más de dos siglos?

Mucha gente se cuestiona ahora el diseño y la viabilidad de las instituciones educativas, e incluso la importancia del tradicional curso escolar de 10 meses con dos de descanso, así como las ventajas e inconvenientes de un año académico de 190 días.

También se examina la aplicabilidad pedagógica del método tradicional de "talla única", y se empieza a considerar un enfoque más diverso de la educación que tenga en cuenta las múltiples cualidades geográficas, locales, familiares e individuales de los alumnos.

La educación sólo será individualizada en 2031. El nivel de personalización de los estudios será mucho mayor. Según el experto en educación Marc Vidal, los estudiantes pasarán mucho tiempo trabajando individualmente con los profesores, y habrá tutorías individuales virtuales, aunque sorprendentemente genuinas en términos de experiencia sensorial.

Inteligencia personal en la neoeducación

En el renombrado centro mundial del progreso tecnológico, Silicon Valley, la Singularity University de Ray Kurzweil produjo un intrigante viaje de ciencia ficción y educación futurista.

Para explorar el futuro de la educación utilizando las técnicas narrativas de la ciencia ficción, esta universidad reunió a 50 expertos e innovadores para participar en un taller de Inteligencia de Diseño de Ciencia Ficción.

La novela gráfica SciFi DI Design Intelligence for the Future Learning, que explora el futuro del aprendizaje a través de personajes infantiles y una Neo-Educational Personal Intelligence (NEPI), una herramienta virtual que, en efecto, parece de ciencia ficción, describe cómo podría ser la vida en el año 2039.

La inteligencia artificial conocida como NEPI, junto con la institución a la que está adscrita, organiza la progresión académica en la universidad en función de los talentos, preferencias y capacidades. 

Como un robot o un peluche vinculado, determina el ritmo de aprendizaje, guiando y proponiendo las áreas en las que se puede prosperar. Sin embargo, es un programa que reside en el ordenador, tableta o teléfono.

Estudio Global Education Futures

Este estudio de Global Education Futures (GEF) pone de relieve una serie de tácticas pedagógicas que servirán de piedra angular para modificar la forma de comunicar los conocimientos y las competencias en el futuro, y las condensa en tres enfoques generales fundamentales:

1. Aunque muchos formatos educativos prestarán servicios para mejorar habilidades especializadas, las plataformas educativas en línea serán las principales proveedoras de contenidos. Las comunidades de prácticas también serán cruciales, ya que servirán de centro para compartir conocimientos tecnológicos.

2. En función de los objetivos que deban cumplir los alumnos, actividades como la gamificación, la meditación y la ludificación serán esenciales en la escuela del futuro. Esto fomentará el crecimiento de la empatía, la conciencia, el pensamiento ecológico, la creatividad y la colaboración tanto en los estudiantes como en los instructores.

3. La adopción de una nueva filosofía educativa proporcionará a los alumnos más tiempo para el crecimiento personal y la interacción con la naturaleza. Sólo hasta que todo el sistema educativo sea consciente de esta nueva ética educativa será posible adaptarse constructivamente a estas tendencias y cambios en la educación.

Si desea conocer mayor información sobre este tema, visite el sitio web de Ventana EBC.

Las dificultades de los futuros educadores

Más allá de los cambios urgentes provocados por la pandemia y de la mayor vulnerabilidad de toda la comunidad educativa, la educación se enfrenta a cuestiones más complicadas. Debemos ser honestos sobre los problemas actuales a la hora de pensar en la dirección de la educación.

El papel del profesor, cómo se le ve en la ciudad o la sociedad en general, ha sufrido una profunda transformación. No sólo han cambiado la sociedad, también el entorno, la organización de las aulas, las distintas etapas académicas y las formas de almacenar y acceder a la información.

La primera dificultad es adquirir autoridad

Ser profesor ya no basta para conferir autoridad a una persona. Antes de que la educación fuera accesible a todos, algunos oficios eran valorados por los conocimientos culturales que podían aportar y la información que validaba su vocación. Los maestros, sacerdotes, abogados y banqueros eran individuos distintivos de cada pueblo o zona, y todos eran varones.

El perfil del maestro ha cambiado, con un mayor número de mujeres que imparten clases en los centros de educación infantil y primaria como consecuencia de los cambios sociales, la inclusión de la mujer en el mercado laboral, la introducción y el aumento exponencial del uso de las nuevas tecnologías en la educación, y otros factores.

La segunda dificultad es transmitir la responsabilidad y la convivencia

Lo más importante es lo bien que se llevan el instructor y el alumno, así como la forma en que ambos se relacionan con la cultura y la información. El conocimiento, el instructor y el alumno interactúan entre sí como los vértices de un triángulo. Esto conduce al aprendizaje real, que es el desarrollo de personas independientes que pueden funcionar en sociedad.

La dinámica profesor-alumno debe apoyar el desarrollo de individuos adaptables, receptivos y críticos. Además, debe recaer la responsabilidad del aprendizaje en los propios alumnos; los profesores deben ser capaces de propiciar entornos y circunstancias que fomenten el aprendizaje.

La tercera dificultad es la implicación

El escenario actual demuestra cómo un profesor necesitará un alto grado de adaptabilidad y empatía para gestionar una situación cada vez más compleja. Tenemos grandes ratios de alumnos por profesor y tratamos con una amplia gama de diferencias, disparidades y situaciones desafiantes.

Es esencial dar prioridad al desarrollo de competencias, así como comprender que el conocimiento es accesible a todos y gratuito. Esto debe hacerse en colaboración y cooperación con otros profesionales de la educación, teniendo también en cuenta el papel de la familia, otros profesionales y la voz del alumno.

La cuarta dificultad es la tecnología

El microcosmos de la escuela no puede ignorar un mundo cada vez más dependiente de las redes sociales, las aplicaciones para teléfonos inteligentes y otras herramientas tecnológicas.

Tendrá que anticiparse a las expectativas de la sociedad en este y otros ámbitos, ayudando a desarrollar las competencias de los estudiantes en este campo y la preparación de los profesores para la enseñanza digital. Tenemos que sumergirnos de lleno en estas redes y en la tecnología y, al mismo tiempo, saber cómo utilizarlas adecuadamente.

De hecho, su uso en la enseñanza ha fomentado un entorno más participativo y ha ayudado a los alumnos a utilizar técnicas de colaboración.

Pero hay que recordar que los llamados "nativos digitales" carecen de un acceso esencial a estas tecnologías. Para evitar que los alumnos queden marginados, los profesores deben actualizar constantemente sus conocimientos y prestar mucha atención a los alumnos que no tienen el mismo acceso a la tecnología.

El reto definitivo: la inclusión

Una educación que ya contempla diversidades deberá seguir avanzando hacia la verdadera inclusión, aún más allá de la integración.

Tendrá que incluir las desigualdades y las grandes dificultades, generar metodologías que favorezcan el aprendizaje en diferentes modalidades y esforzarse por convertir los centros educativos en espacios seguros y protectores para todos los alumnos.