Importancia del emprendimiento en las universidades

Las aulas universitarias pueden incorporar programas de educación empresarial para dar a los estudiantes una base sólida de conocimientos empresariales.

Estos programas preparan a los estudiantes para el éxito empresarial dándoles la oportunidad de construir redes profesionales, crear conceptos empresariales y adquirir habilidades prácticas. También van acompañados de un enfoque práctico que consiste en proyectos reales, orientación y tutoría empresarial, acceso a recursos y áreas de apoyo, asociaciones con la comunidad empresarial y eventos y concursos empresariales.

Los elementos que fomentan el emprendimiento

Las siguientes estrategias pueden utilizarse para fomentar el emprendimiento:

  • Financiación y disponibilidad de recursos: Para poner en marcha sus ideas, los ciudadanos y estudiantes emprendedores deben tener acceso a financiación y recursos. Los programas de subvenciones, préstamos o inversiones que promueven los esfuerzos empresariales pueden entrar en esta categoría.
  • Sistemas de apoyo y mentores: Tener mentores y entablar relaciones con empresarios prósperos puede ser muy beneficioso. Estas personas pueden ofrecer orientación, intercambiar historias y ofrecer consejos útiles para superar los obstáculos en el sector empresarial.
  • Cultura empresarial: reconocer y apreciar el espíritu emprendedor en la sociedad es un paso necesario para fomentar una cultura empresarial. Esto puede implicar la organización de eventos para emprendedores, honrar a empresarios excepcionales y compartir historias de éxito motivadoras.
  • Colaboración y sinergias: fomentar la cooperación entre emprendedores y diversos segmentos de la sociedad puede generar sinergias e impulsar la economía regional. Esto puede lograrse creando espacios de coworking, incubadoras de empresas o encuentros que promuevan la comunicación y el intercambio de ideas.
  • Resiliencia y formación continua: Para tener éxito como empresario, hay que ser resiliente y aprender siempre cosas nuevas. Para que los empresarios se adapten a los cambios, aprendan de los errores y sigan mejorando sus iniciativas, es fundamental cultivar en ellos la resiliencia y el aprendizaje continuo.

Espíritu empresarial en las universidades

El espíritu empresarial en la universidad promueve la generación y el avance de conceptos creativos. Los estudiantes emprendedores suelen buscar respuestas nuevas e innovadoras a problemas acuciantes, lo que puede dar lugar a innovaciones tecnológicas, mejores productos y servicios y nuevos enfoques de los problemas sociales.

Además, dado que los emprendedores universitarios pueden crear puestos de trabajo al poner en marcha sus propias empresas, esto puede propiciar el crecimiento económico y la creación de empleo. Al lanzar y ampliar empresas rentables, ayudan a la comunidad a crear puestos de trabajo.

Otra ventaja es el estrechamiento de los lazos entre el mundo académico y el empresarial, así como el desarrollo de una mentalidad emprendedora en los estudiantes que fomenta el crecimiento de capacidades como la creatividad, el pensamiento crítico, la toma de decisiones y la resolución de problemas, aptitudes útiles en los negocios y otros ámbitos profesionales.

Cualidades para ser emprendedor

Es difícil describir a un emprendedor porque hay muchos tipos de emprendedores y cada uno es diferente. Sin embargo, todos tienen ciertas características, como el amor por lo que hacen, la voluntad de seguir adelante cada día y la dedicación a su trabajo.

Visión del negocio

Uno de los rasgos más importantes de un emprendedor es la visión del negocio, que es la capacidad de identificar oportunidades de mercado antes de que otros lo hayan hecho o de prever las próximas tendencias que impulsarán los mercados. Del mismo modo, esta capacidad incluye la habilidad para ajustar, modificar o cambiar el rumbo cuando sea necesario.

Seguridad en uno mismo y determinación

Para cualquiera que quiera crear su propia empresa, estos atributos son esenciales. Ser emprendedor no está exento de riesgos e implica mucho más que crear una empresa. Implica tener la seguridad en uno mismo para superar la adversidad o la incertidumbre y la voluntad de seguir adelante y terminar el proyecto.

Interacción

Entre los rasgos esenciales están el dominio de idiomas, las habilidades de comunicación y la capacidad de comunicarse verbalmente. Esta habilidad para persuadir y hablar bien puede influir en circunstancias importantes, como una negociación o la presentación del concepto a los inversores.

Formación continua

Estos son aprendices permanentes que se inspiran en nuevas experiencias, nuevos métodos de hacer las cosas, etc. Además de actualizar sus conocimientos académicos, los empresarios también se mantienen al día en los conocimientos relacionados con los proyectos asistiendo a conferencias, leyendo nuevos libros, seminarios, inscribiéndose en cursos y recibiendo formación especializada. Se esfuerzan por aplicar esta idea a sus equipos de trabajo y a todas las personas con las que se relacionan habitualmente.

Creatividad

Este rasgo es innato. Muchas personas deciden poner en marcha su propio negocio por su creatividad, que también les inspira para desarrollar soluciones de mercado novedosas, que antes no se tenían en cuenta y que aún no se habían explotado. Para encontrar nuevos retos, la creatividad también implica aventurarse más allá de la propia zona de confort e intentar cosas nuevas.

Dedicación

Los emprendedores son personas totalmente dedicadas a sus iniciativas, lo que en ocasiones puede traducirse en largas jornadas de trabajo, menos descansos o dificultades para compaginar las obligaciones laborales y familiares. Por otra parte, un emprendedor es consciente de que el secreto del éxito es esta dedicación a su proyecto. Debido a esta dedicación, el emprendedor es un individuo fuerte y valiente que puede llevar a cabo su idea a pesar de los obstáculos de origen externo.

La educación del futuro: equilibrio entre realidad y ficción

Profesores, alumnos, dirigentes y autoridades educativas, personal de los centros escolares y padres, todos nos enfrentamos cada día a la extraordinaria situación de continuo proceso de enseñanza-aprendizaje en que vivimos. ¿Cómo nos imaginamos la educación dentro de 20 o 30 años, teniendo en cuenta la fuerza y las enseñanzas del presente?

La mayoría de las predicciones sobre cómo evolucionaría la educación han sido sustituidas, modificadas o aceleradas por la exigencia de utilizar más tecnología durante la cuarentena. ¿Podría ser éste el equivalente educativo de la Revolución Industrial, que tuvo lugar hace más de dos siglos?

Mucha gente se cuestiona ahora el diseño y la viabilidad de las instituciones educativas, e incluso la importancia del tradicional curso escolar de 10 meses con dos de descanso, así como las ventajas e inconvenientes de un año académico de 190 días.

También se examina la aplicabilidad pedagógica del método tradicional de "talla única", y se empieza a considerar un enfoque más diverso de la educación que tenga en cuenta las múltiples cualidades geográficas, locales, familiares e individuales de los alumnos.

La educación sólo será individualizada en 2031. El nivel de personalización de los estudios será mucho mayor. Según el experto en educación Marc Vidal, los estudiantes pasarán mucho tiempo trabajando individualmente con los profesores, y habrá tutorías individuales virtuales, aunque sorprendentemente genuinas en términos de experiencia sensorial.

Inteligencia personal en la neoeducación

En el renombrado centro mundial del progreso tecnológico, Silicon Valley, la Singularity University de Ray Kurzweil produjo un intrigante viaje de ciencia ficción y educación futurista.

Para explorar el futuro de la educación utilizando las técnicas narrativas de la ciencia ficción, esta universidad reunió a 50 expertos e innovadores para participar en un taller de Inteligencia de Diseño de Ciencia Ficción.

La novela gráfica SciFi DI Design Intelligence for the Future Learning, que explora el futuro del aprendizaje a través de personajes infantiles y una Neo-Educational Personal Intelligence (NEPI), una herramienta virtual que, en efecto, parece de ciencia ficción, describe cómo podría ser la vida en el año 2039.

La inteligencia artificial conocida como NEPI, junto con la institución a la que está adscrita, organiza la progresión académica en la universidad en función de los talentos, preferencias y capacidades. 

Como un robot o un peluche vinculado, determina el ritmo de aprendizaje, guiando y proponiendo las áreas en las que se puede prosperar. Sin embargo, es un programa que reside en el ordenador, tableta o teléfono.

Estudio Global Education Futures

Este estudio de Global Education Futures (GEF) pone de relieve una serie de tácticas pedagógicas que servirán de piedra angular para modificar la forma de comunicar los conocimientos y las competencias en el futuro, y las condensa en tres enfoques generales fundamentales:

1. Aunque muchos formatos educativos prestarán servicios para mejorar habilidades especializadas, las plataformas educativas en línea serán las principales proveedoras de contenidos. Las comunidades de prácticas también serán cruciales, ya que servirán de centro para compartir conocimientos tecnológicos.

2. En función de los objetivos que deban cumplir los alumnos, actividades como la gamificación, la meditación y la ludificación serán esenciales en la escuela del futuro. Esto fomentará el crecimiento de la empatía, la conciencia, el pensamiento ecológico, la creatividad y la colaboración tanto en los estudiantes como en los instructores.

3. La adopción de una nueva filosofía educativa proporcionará a los alumnos más tiempo para el crecimiento personal y la interacción con la naturaleza. Sólo hasta que todo el sistema educativo sea consciente de esta nueva ética educativa será posible adaptarse constructivamente a estas tendencias y cambios en la educación.

Las dificultades de los futuros educadores

Más allá de los cambios urgentes provocados por la pandemia y de la mayor vulnerabilidad de toda la comunidad educativa, la educación se enfrenta a cuestiones más complicadas. Debemos ser honestos sobre los problemas actuales a la hora de pensar en la dirección de la educación.

El papel del profesor, cómo se le ve en la ciudad o la sociedad en general, ha sufrido una profunda transformación. No sólo han cambiado la sociedad, también el entorno, la organización de las aulas, las distintas etapas académicas y las formas de almacenar y acceder a la información.

La primera dificultad es adquirir autoridad

Ser profesor ya no basta para conferir autoridad a una persona. Antes de que la educación fuera accesible a todos, algunos oficios eran valorados por los conocimientos culturales que podían aportar y la información que validaba su vocación. Los maestros, sacerdotes, abogados y banqueros eran individuos distintivos de cada pueblo o zona, y todos eran varones.

El perfil del maestro ha cambiado, con un mayor número de mujeres que imparten clases en los centros de educación infantil y primaria como consecuencia de los cambios sociales, la inclusión de la mujer en el mercado laboral, la introducción y el aumento exponencial del uso de las nuevas tecnologías en la educación, y otros factores.

La segunda dificultad es transmitir la responsabilidad y la convivencia

Lo más importante es lo bien que se llevan el instructor y el alumno, así como la forma en que ambos se relacionan con la cultura y la información. El conocimiento, el instructor y el alumno interactúan entre sí como los vértices de un triángulo. Esto conduce al aprendizaje real, que es el desarrollo de personas independientes que pueden funcionar en sociedad.

La dinámica profesor-alumno debe apoyar el desarrollo de individuos adaptables, receptivos y críticos. Además, debe recaer la responsabilidad del aprendizaje en los propios alumnos; los profesores deben ser capaces de propiciar entornos y circunstancias que fomenten el aprendizaje.

La tercera dificultad es la implicación

El escenario actual demuestra cómo un profesor necesitará un alto grado de adaptabilidad y empatía para gestionar una situación cada vez más compleja. Tenemos grandes ratios de alumnos por profesor y tratamos con una amplia gama de diferencias, disparidades y situaciones desafiantes.

Es esencial dar prioridad al desarrollo de competencias, así como comprender que el conocimiento es accesible a todos y gratuito. Esto debe hacerse en colaboración y cooperación con otros profesionales de la educación, teniendo también en cuenta el papel de la familia, otros profesionales y la voz del alumno.

La cuarta dificultad es la tecnología

El microcosmos de la escuela no puede ignorar un mundo cada vez más dependiente de las redes sociales, las aplicaciones para teléfonos inteligentes y otras herramientas tecnológicas.

Tendrá que anticiparse a las expectativas de la sociedad en este y otros ámbitos, ayudando a desarrollar las competencias de los estudiantes en este campo y la preparación de los profesores para la enseñanza digital. Tenemos que sumergirnos de lleno en estas redes y en la tecnología y, al mismo tiempo, saber cómo utilizarlas adecuadamente.

De hecho, su uso en la enseñanza ha fomentado un entorno más participativo y ha ayudado a los alumnos a utilizar técnicas de colaboración.

Pero hay que recordar que los llamados "nativos digitales" carecen de un acceso esencial a estas tecnologías. Para evitar que los alumnos queden marginados, los profesores deben actualizar constantemente sus conocimientos y prestar mucha atención a los alumnos que no tienen el mismo acceso a la tecnología.

El reto definitivo: la inclusión

Una educación que ya contempla diversidades deberá seguir avanzando hacia la verdadera inclusión, aún más allá de la integración.

Tendrá que incluir las desigualdades y las grandes dificultades, generar metodologías que favorezcan el aprendizaje en diferentes modalidades y esforzarse por convertir los centros educativos en espacios seguros y protectores para todos los alumnos.